La cifra de muertos por el sismo que azotó la víspera la provincia de Gansu, en el noroeste de China, se elevó hoy a 94, mientras la de heridos a más de mil, además unas 123 mil personas resultaron damnificadas, según el reciente balance oficial.
El sismo de 5.9 grados en la escala de Richter, seguido hasta ahora por más de 400 réplicas, provocó el derrumbe de 51 mil 800 casas y dañó otras 240 mil viviendas, de acuerdo con cifras facilitadas por las autoridades locales.
Socorristas, con la ayuda de perros rastreadores, buscan a víctimas entre los escombros en las zonas más afectadas, entre ellas las comarcas rurales de Minxian y Zhangxian, en la ciudad de Dingxi, en la provincia de Gansu, reportó la agencia china de noticias Xinhua.
Además, helicópteros y unos tres mil agentes de la policía armada, bomberos, militares y personal del gobierno local han sido enviados a la zona afectada para colaborar en las labores de rescate y ayuda a los damnificados.
El Servicio Geológico de Estados Unidos reportó dos sismos de 5.9 y 5.6 grados, sin embargo las autoridades chinas indicaron que el primer sismo tuvo una magnitud 6.6 y que su epicentro se localizó en Dingxi, a unos 170 kilómetros al este de Lanzhou, la capital de Gansu.
Unas 123 mil personas se vieron afectadas por el sismo, mientras unas 31 mil 600 se vieron obligadas a trasladarse a refugios provisionales u otros lugares seguros ante la posibilidad de deslizamientos de tierra o futuras réplicas.
El gobierno chino ha enviado a la zona 10 mil tiendas de campaña y 30 mil sábanas, unas provisiones que, según el alcalde de la ciudad de Dingxi, “son insuficientes para atender a miles de damnificados”.
Aseguró que se necesitan otras 14 mil tiendas de campaña y 24 mil sábanas adicionales, además de comida, agua potable, medicamentos o generadores eléctricos para enviar a las zonas más afectadas.
Este martes, el Ministerio chino de Hacienda destinó 500 millones de yuanes (unos 81 millones de dólares) como fondo de ayuda para enfrentar las secuelas del sismo.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, así como el presidente de Rusia, Vladimir Putin, enviaron este martes al gobierno y pueblo de China sus condolencias por el terremoto.