Importantes monumentos del norte de Italia, algunos que remontan al siglo XIV, sufrieron daños notables por el sismo que sacudió la madrugada del domingo el nordeste de la península, entre ellos iglesias, campanarios y castillos de inestimable valor.
"Todas las iglesias de Finale Emilia tuvieron daños, hasta la catedral. ¡Es una tragedia!", reconoce uno de los responsables de la Protección Civil en la pequeña localidad, epicentro del temblor.
"Un enorme tesoro se volvió escombros", resumen el técnico, que trabaja con un equipo que inspecciona casas y monumentos de la zona.
Tras una primera evaluación, los daños resultan "notables", según el ministerio para los Bienes Culturales, que registró desprendimientos y grietas en varias iglesias y campanarios históricos.
La antigua torre del Reloj, monumento representativo de Finale Emilia, se partió en dos antes de derrumbarse. La foto, publicada por casi todos los medios de comunicación de la península, se convirtió en emblema del sismo.
La catedral y las torres del Castillo de las Rocas, del siglo XIII, sufrieron daños y pedazos de muros y frescos antiguos se desprendieron como si hubieran sido bombardeados.
El temblor, el más fuerte que ha sacudido Italia en tres años, se sintió en ciudades como Módena, en la región de Emilia-Romagna, en el valle del río Po, y en torno a Bolonia, Ferrara, Mantua, Rovigo y sobre todo Ferrara, ciudad declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1995.
"La reconstrucción de iglesias se iniciará lo antes posible, por ahora damos la prioridad a la población, organizando la asistencia para cerca de 3.000 evacuados", admite el vocero de la Protección Civil.
Las habitaciones privadas, tanto las modernas como algunas Art Deco, resistieron al movimiento telúrico, al parecer gracias al cumplimiento de las normas de construcción antisísmicas, mientras que las edificaciones antiguas fueron las que más resultaron perjudicadas.
En San Carlo, el oratorio de la iglesia del siglo XVI, que estaba siendo restaurado, quedó completamente destruido y pedazos de los ángeles de la decoración se pueden ver esparcidos por el piso.
Muchas iglesias antiguas, algunas medievales con frescos delicados, eran el punto de reunión de la población.
"Hemos perdimos castillos, iglesias, el paisaje cambió", comenta con las lágrimas en los ojos Maurizio, de Finale Emilia.
"La situación del patrimonio cultural en esta zona es más grave de lo que parece", sostiene Antonia Pasqua Recchia, una responsable del ministerio de Cultura.
"Hemos perdido todo nuestro patrimonio artístico", confesó por su parte el alcalde de San Felice sul Panaro, cerca a Módena, tras recorrer los monumentos, iglesias y teatros de la zona, clasificada hasta el domingo como de bajo riesgo sísmico.
Italia cuenta con un patrimonio artístico y cultural precioso, cuya fragilidad fue evidente durante los terremotos de septiembre y octubre de 1997 en Umbría y Marcas, dos regiones del centro.
En tal ocasión la hermosa basílica de San Francisco de Asís, célebre por los frescos de Giotto, se derrumbó y tuvo que ser sometida a una importante y costosa restauración.