La esperanza de hallar todavía sobrevivientes del sismo que devastó el martes la ciudad neozelandesa de Christchurch diminuye, anunció el jueves la policía.
"Esperamos poder encontrar sobrevivientes, pero con el tiempo que pasa, disminuyen las esperanzas", declaró un alto responsable de la policía, Russell Gibson, a la cadena de televisión TV3.
El temblor de magnitud 6,3, el más sangriento desde hace 80 años en Nueva Zelanda, causó 75 muertos y 300 desaparecidos.
Ocurrió el martes a las 12H51 (lunes 23H51 GMT) a 5 km de Christchurch, segunda ciudad del país (340.000 habitantes), y a solo 4 km de profundidad, lo que lo hizo más devastador.
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