Un total de 115 edificios en la ciudad neozelandesa de Christchurch fueron declarados hoy no seguros por ingenieros después de que una serie de terremotos sacudiera la segunda ciudad más grande del país.
Parte del distrito central de negocios fue acordonado ayer después de que 3.000 edificios fueran inspeccionados tras 16 temblores, de los cuales uno alcanzó una magnitud de 4,9 en la escala de Richter, que derribó mampostería y los cristales de tiendas y bloques de oficinas.
Los sismos se produjeron unos cuatro meses después de que un terremoto de 7,1 devastara el centro de la principal ciudad en el sur de la isla y algunas áreas aledañas.
La Comisión Estatal de Terremotos ha recibido más de 160.000 demandas de compensación. De acuerdo con fuentes oficiales, otros 2.000 edificios serán inspeccionados y los acordonamientos permancerán en algunas áreas, incluido un centro comercial que en el momento del temblor estaba repleto de personas atraídas por las rebajas postnavideñas y donde se desprendieron ladrillos y quebraron cristales.
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