
El nuevo sismo, con epicentro a sólo 6,4 kilómetros (cuatro millas) de la superficie y 10 kilómetros (seis millas) al sureste de la ciudad, fue descrito por varias personas como la réplica más fuerte desde el terremoto de 7,1 grados del sábado que destruyó cientos de edificios.
El Instituto de Ciencias Nucleares y Geológicas (conocido como GNS Science) reportó que más de 280 réplicas con magnitudes superiores a 3,0 grados han azotado la región en los cinco días posteriores al sismo del sábado.
Los expertos sismólogos advirtieron que un temblor considerable, de hasta 6,1 grados, podría golpear a la región en los próximos días.
"Con sismos de magnitud 7,1 como éste, lo normal es que tengas réplicas fuertes con magnitud de una unidad menos", dijo John Townend, de la Universidad Victoria en Wellington.
El primer ministro, John Key, dijo, después del temblor del miércoles, que la reconstrucción de la ciudad costaría más de los 2.000 millones de dólares neozelandeses (1.400 millones de dólares estadounidenses) estimados inicialmente.
El secretario del Tesoro, John Whitehead, apuntó más tarde que el costo total del daño por el sismo podría llegar a los 4.000 millones de dólares neozelandeses.